Artículo
Indígenas Americanos
Cara oculta de América, cara silenciosa y fructífera
que encierra un mundo maravilloso poblado de serpientes bifontes, tigres con
rostros antropomórficos, guerreros, pájaros, guardas llamas. Mitología
enriquecida con el color de la tierra y el espíritu del aire en movimiento.
Hace años se hallaron petroglifos y pictografías del arte rupestre del
estilo de los cazadores en el acceso al cerro Negrito en Tafi del Valle (Tucuman).
En el noroeste Argentino su universo está compuesto por cerámicas decoradas,
esculturas, urnas y vasijas, puntas de flechas y raspadores.
Entonces el diseño prehispánico adormecido en la eternidad del tiempo y la
distancia, perdido en la espesura de la selva o en la anchura de un alto
valle cobra vida revelándonos a los neófitos su identidad y mensajes únicos.
Como son únicos La Aguadora o la Víbora de Fuego.
Nómadas o sedentarios son los antiguos dueños de la tierra que no sólo
dejaron testimonio de cacerías, danzas o escenas del transcurrir natural;
actualmente se encuentran 1.600 piezas de arte aborigen americano en
distintos museos extranjeros. Hay en el continente americano a través de
diferentes regiones culturales y épocas diversas pero que se repiten con
persistencia y continuidad en su difusión espacial y profundidad temporal,
si bien aparecen diseños muy decorativos su intención fue mágica y con el
correr del tiempo se convirtieron en símbolos.
Por eso se encuentran los mismos símbolos, la misma forma para expresar
determinadas cosas variando sólo por la individualidad del ambiente que los
caracterizaba en cada pueblo teniendo diferencias en formas pero no en el
fondo de su simbolismo; la étnica, el sector geográfico es el verdadero
sello distintivo de variedades de diseños de temas.
Si analizamos las imágenes del Códice de Borgia podemos observar junto con
sus deidades que algunos de ellos están representados con lagrimas al igual
que la dama llorona o dama que llora del noroeste argentino.
Las imágenes de Quetzalcoatl muchas veces representando no sólo al Dios del
Aire y del Viento, que es su verdadera idiosincrasia si no a veces como
Tlezcaltlipoca, dios de la justicia, de la noche y de la tierra o con su
vestido de Tlaloc, dios de la lluvia o de Xiuhteuhtli dios del fuego o de
los rayos, es siempre una imagen con lágrimas en los ojos, un mismo dios
representando todas estas deidades según zona y cultura.
Estas lágrimas están asociadas a la fecundación de la tierra por medio de la
lluvia, simbolismo que se repite por toda América de distinta forma pero
siempre con lágrimas.
Regresamos a Quetzalcoatl ahora representando la serpiente de fuego o la
serpiente emplumada de Quetzal que lleva sobre sus alas la representación
del viento. La serpiente de fuego (el rayo) vierte sus lágrimas para
fecundar la tierra; es una imagen del pájaro de las tormentas.
En el Códice Azteca como el Tudela, esTtahuizcalpantecuhtli, la diosa del
planeta Venus, el lucero del alba; este lucero está asociado en toda América
con los fenómenos de fecundación y lluvia.
Existe una leyenda aymara (Boliviana) sobre la Chasca Kuillur, la estrella
de los cabellos ondulados, deidad guardiana de las doncellas y de la
primavera que al sacudir su rizada cabellera derrama el rocío que fecunda la
tierra. Chasca Kuillur fue para los aymara el planeta Venus, como vemos
también asociada con la fecundación de las mujeres.
Si consideramos que las deidades Aztecas sumaban mas de seiscientas es muy
importante observar que sólo en las que están relacionadas con la lluvia
aparecen éstas lágrimas; al pasar a Tihuanaku el sólo observar las figuras
en las estelas Ponce y Bennet o en el personaje principal de la puerta del
Sol, en un sin número de cerámicas o en bultos de piedra esta deidad llamada
Llorona asociada a los cóndores, al aire y a los peces, sapos y el agua;
estas figuras llevan en general cetros en forma de cabezas de cóndor o de
peces.
La representación de Pumapunku es una estela cuyas líneas quebradas semejan
rayos en tanto los espirales semejan las nubes en movimiento y el viento en
forma de remolinos. En el Museo de Oro en La Paz (Bolivia) podemos ver las
máscaras ceremoniales de esta cultura que representan todas con lágrimas. La
víbora asociada a estas representaciones, a veces saliéndole de la boca a
veces también como trenza de la deidad otras como turbantes es otro detalle
importante.
Las famosas Lloronas, pues, se representan por toda América; en Bolivia son
también representadas en urnas del oriente y la de los monolitos de Huancane
en Jesús de Machaca de cuyos ojos salen lágrimas terminadas en flecha y en
el zig-zag del rayo, figuras mágico religiosas que pertenecen a la peculiar
concepción del mundo andino entre los mitos de Charazani, recogido por
Oblitas Pobete, también tiene una línea de zig-zag que está conectada al
camino o río celeste y relacionada con la serpiente, el rayo y la vía láctea,
esta ultima llamada Chascañam o koyllur Mayu o río de estrellas muy temido
por que ellos pensaban que cogía el agua que luego derramaba sobre la tierra.
Las culturas del periodo formativo de Bolivia, sobre todo en el estilo
pajano, en Jesús de Machaca tienen dos caras y serpientes a los costados,
además de sapos y rostros humanos con lágrimas en los ojos; son las mismas
deidades agrarias de todo Latinoamérica incluyendo la nuestra en Argentina
que fue representada con la dama que llora o aguadora en tafi (tucuman)
candelaria, aguada, sunchituyoj y calchaqui todas al noroeste de Argentina.
Luego fue llamada Pachamama, o madre tierra, que es también símbolo de
fertilidad y que siempre se encuentra asociada a las deidades atmosféricas.
El pájaro de la tormenta, el viento, rayo, relámpago convertido en zig-zag,
víboras de fuego, serpiente voladora, también los mitos de los héroes de
oriente, casi siempre rubios, barbudos y de ojos celestes que representaban
al sol y prometían volver como Quetzalcoatl, Viracocha son otros de los
mitos comunes en toda América.
Los aborígenes no consideraban al trabajo como un castigo, sino algo
necesario para el hombre; los trabajos agrícolas eran de carácter
obligatorio. El trabajo resultaba de la armoniosa cooperación Humana-Divina,
la madrecita tierra era una deidad benéfica que le dispensaba todo lo que se
necesitara.
La Justicia económica consistía en que todos los hombres en forma
cooperativa repartían sus necesidades imprescindibles. Nunca se luchó por la
propiedad de la tierra, porque la tierra era de los hombres y ésta había
sido dada por Dios para su usufructo para que se trabaje y dé sus frutos. El
sistema de propiedad privada no se conocía.
Los Incas y Aztecas no invadieron por ansia territorial si no por cultura;
el trabajo se hacia en forma colectiva y voluntaria y el producto de la
tierra pertenecía a cada individuo y a sus familias. No existía ambición
basada en la mayor cantidad de bienes para acumular riquezas a nadie le
faltaba pero tampoco producían más de lo que les hacía falta.
Tenían Leyes religiosas que protegían los bosques animales y agua; todo es
sagrado y no se usaba nada mas que lo básico.
El aborigen de América vivía con serena confianza en si mismo.
Como ya sabemos era básica la igualdad de derechos y obligaciones de lo
contrario no podrían haber subsistido a las sequías e inundaciones.
En ningún idioma americano conocido existe la palabra mendigo, indigente,
pobre o rico, para ellos eran desconocidas estas palabras. El oro y la plata
eran la sangre del sol y la luna que entraban por las venas de la tierra y
de ella deberían tener todos un poco. Las ofrendas de oro que realizaron los
Incas fueron hechas por que el oro era la representación básica de la luz
del sol en la tierra pero no significaba una acumulación de bienes.
Nunca comprendieron por qué los españoles necesitaban tanto oro.
Arte Aborigen
Toda la cultura aborigen se basa en símbolos cósmicos y atmosféricos: la
tierra, el sol, la lluvia. Se muestran variaciones en su concepción
simbolizando con el ave ,la serpiente y el hombre en las culturas andinas, y
simplemente con el ave en mesoamérica. Lo que más me impacta de las culturas
aborígenes es su simbolismo y su conexión mitológica.
Arte by Maria Elena Sancho
Encontramos buenas muestras de ello en esculturas, máscaras, mortero,
metales trabajados, pintura sobre cerámica, urnas funerarias, monolitos
grabados y arte textil. Estas muestras se han conservado perfectamente a
través del tiempo, lo cual me lleva a preguntarme de dónde sacaron este
conocimiento de los materiales, cómo aprendieron a manipularlos.
En las culturas más avanzadas, espacio y forma se regulan en el diseño
geométrico, sobre todo en estructuras sagradas; ello encierra un concepto
metafísico morfoespacial que plasma un pensamiento visual muy definido. Pero
no todo es simetría; también encontramos muestras de arte figurativo,
abstracto, anatómico, vegetal. Captaciones psíquicas perfectamente
detalladas en su barroquismo, claroscuros expresionistas dramáticamente
espontáneos, puntos donde se refleja lo palpitante, lo sensible, lo dinámico
y lo vivo.
Culturas de raíces desconocidas que han dado lugar a un sin número de mitos
y leyendas.
Cultura Tolteca
Fue una cultura enigmática y compleja cuya expansión cultural llegó hasta la
actual Costa Rica (una vez más se da mi teoría de expansión de distintas
culturas aborígenes por el mundo con su intercambio de costumbres y arte),
en la Costa del Golfo, la gran ciudad sagrada de Teotihuacan, en el
altiplano, las fases clásicas Zapoteca y Mixteca empalmando con la Maya en
el río Usumacinta, el complejo Huasteca-Totonacacon centro en Tajin, hacia
el norte de la costa del golfo.
Este inmenso triángulo dio lugar a una presencia Imperial de Teotihuacan que
en los siglos VII al IX fue discutida por la compacta y creadora cultura
Tolteca; en realidad lo que ocurrió fue una acumulación de varias culturas
hasta cristalizarse en un horizonte clásico predominando un profundo
teocrático uniéndose en dos ciudades Teotihuacan y Tula desde donde se
irradió una influencia predominante a toda Meso América.
Desde el siglo VII al IX todos los grandes centros urbanos y ceremoniales
que se habían perfilado en el horizonte se proyectaron hacia los Tolteca los
cuales resumieron las tradiciones adquiridas convirtiéndolas en un óptimo
grado de expresividad artística y creadora.
En 1168 tuvo destrucción la ciudad de Tula y el comienzo de la dispersión
Tolteca que, por otro lado, implicó un aumento de su influencia hasta la
peninsula de Yucatán; se supone que también fueron mucho mas allá, hacia Los
Andes, estableciendo como era su costumbre bases culturales que fueron
absorbidas por los invasores Nahuas una de cuyas tribus, la mexicana,
conocida también con el nombre de Aztecas acabó imponiendo un dominio a
través de un poder militar-religioso desde la ciudad de Tenochtitlan que fue
fundada en 1325.
El espíritu y el sentido de la vida en esta cultura vienen dados por su
figura central Quetzalcoatl, encarnación del bien y la sabiduría.
Artesanos especializados en la pluma es casi seguro que no eran aztecas,
eran anteriores a estos, estaban organizados en gremios, no trabajaban para
su propio consumo; lo hacían para los nobles y la corte pues estos solos
podían utilizar finos mosaicos de plumas, brillantes colores que los
artesanos cosían sobre tela o papel.
Estos objetos siempre despertaron la admiración de los españoles, los cuales
conservaron de múltiples cosas sólo insignias, vestiduras, escudos,
abanicos, en número menor de 12.
Cultura Olmeca
Arte by Maria Elena Sancho
Centros principales: Las Ventanas, Tres Zapotes, Cerro de las Mesas...
Acontecimientos históricos: alrededor del año 1000 a. C. aparecen
establecidos a lo largo del istmo de Tehuantepec; seguidamente se diseminan
por la costa de México. Entre los años 800 y 400 a. C. se produce el mayor
desarrollo de su cultura la cual influyó en otras decisivamente,
absorbiéndolas totalmente y que constituye el sustrato base de gran parte de
las civilizaciones de América.
Arte e ideología: Época en Meso América, la cual se inicia en 1.500 a.C.; su
final: 400 d.C.
Su mayor expresión: la escultura monumental, trabajada en bultos redondeados
y bajo relieve, los cuales utilizaban para representar a los gobernantes, lo
cual nos da una idea de sociedad jerarquizada.
Los dirigentes Olmecas fueron representados por medio de colosales cabezas
de piedra basálticas; el gran peso de cada pieza y el esfuerzo para
trasladar estas moles 80 kilómetros nos demuestran sus dos clases sociales y
el poder que ejercían sus gobernantes.
Gran relevancia obtuvieron los altares de piedra, en realidad tronos
encontrados tanto en el área metropolitana como en la zona de influencia de
Olmeca.
Se encuentran temas recurrentes que representan su visión del mundo, las
divinidades y los rituales de este pueblo del Golfo de México. Uno es la
representación de un pequeño hombre jaguar por medio de un adulto que lo
carga en sus brazos, una deidad olmeca identificada con los dioses de la
lluvia de gran tradición en la civilización mesoamericana; también se la
utiliza como mito que delega la creación de la Humanidad en la cópula del
jaguar con una mujer. Se encuentran en la Laguna de los Cerros y el Río
Chiquito, también podemos encontrar la talla de guerreros lo que corrobora
un tanto la teoría de sociedad violenta expandiéndose por esto mismo a Meso
América.
Podemos encontrar jeroglíficos lo cual hace pensar en una sociedad avanzada
sobre el resto. Sus pinturas murales imitan a ceremonias de la élite, con
una figura principal sentada en el centro del altar.
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